Stefano es una mega estrella del ultra maratón, que a sus 41 años ha competido en el mundo entero nadando, pedaleando, haciendo triatlón y ahora último corriendo, actividad donde encontró su ambiente perfecto. Acá la historia de este italiano sensible y duro, que ya vino a competir a Chile en dos oportunidades.
Después de su nacimiento, en 1974, los primeros años de vida de Stefano jamás dieron luces sobre cómo sería su adultez y los tremendos logros deportivos que alcanzaría. Todo lo contrario, fue un niño débil, agobiado por una escoliosis que lo forzó, incluso, a usar zapatos ortopédicos. Pero la vida siempre da oportunidad de aprovechar las debilidades para hacerte más fuerte, y eso fue lo que le ocurrió a Stefano.
Al agua...
Como tratamiento para aquella rebelde escoliosis, su madre se vio obligada a inscribirlo en natación, ya que los ejercicios en el agua podrían ser beneficiosos. Stefano recuerda que su profesor, llamado Marcello, al poco tiempo lo consideró un "caso perdido". Sin embargo, perseveró, y junto con ir aliviándose de su dolencia, también evolucionó en la natación y le fue agarrando gusto al deporte. Ese fue el origen de una búsqueda inagotable de emociones deportivas, que significó la práctica de muchos disciplinas diferentes (natación, waterpolo, esquí, triatlón, ciclismo de montaña, montañismo), hasta que hizo del trail running un ambiente perfecto. Hoy, se siente feliz de haber podido disfrutar la belleza y dureza que significa cruzar montañas, desiertos, continentes. En las "ultra" encontró su hogar.
Un tipo distinto
Stefano sabe que hay muchos corredores y trail runners más rápidos que él, con más números, kilómetros y victorias. Su especialidad definitivamente es la ultra distancia, para lo cual requiere una formación específica, tanto física como mentalmente. En los desafíos que emprende están presentes la fuerza de voluntad, terquedad, el optimismo y la confianza en sí mismo. Pero tampoco puede permitir sucumbir ante la fatiga y muchos pensamientos engañosos. Por eso cree que la cabeza es todo. Y por eso siente que los números no valen lo que vale superarse a uno mismo.
Por su carisma, Stefano es muy seguido no solo en Italia, sino en muchas partes del mundo. Tiene una manera espontánea de encarar sus viajes y expediciones, en que la sencillez del cara a cara con la gente lo hace querible. Sus expediciones son seguidas online, con métricas que han alcanzado hasta los ¡¡20 millones de visitas!!, como ocurrió cuando corrió en nuestra Patagonia al cruzar Sudamérica. Un gran tipo y un excelente deportista.
Tuviste escoliosis cuando niño e, incluso, llegaste a usar zapatos ortopédicos. ¿Estos problemas influyen en tu vida adulta y deportiva?
Tuve suerte, porque arregle esos problemas cuando era muy joven y mi cuerpo aún se estaba desarrollando. Como parte de mis tratamientos, me vi obligado a nadar todos los días durante muchas horas y esto convirtió el problema que tenía en una oportunidad para hacer deporte.
El agua fue tu ambiente en ese tiempo...
El agua siempre ha sido una parte muy importante de mi vida. Yo vivía muy cerca del mar, y le tenía miedo al agua. Pero por esos años a todos los niños se nos obligaba a aprender a nadar, por seguridad.
Siempre has tenido un espíritu deportivo que te ha llevado a practicar diferentes disciplinas. ¿Cuáles han sido las principales?
La principal era la natación y luego me empezaron a gustar los paseos largos en bicicleta, ya que fue la primera forma de sentirme libre. El ciclismo me dio la posibilidad de ir lejos de casa, empezando a explorar mi ciudad -primero cuando era niño-, luego el país... y ahora el mundo.
¿Y qué deporte es el que más te apasiona?
Desde hace unos 20 años me empezó a gustar el running. No es necesario ningún equipo, incluso ni las zapatillas a veces, solo tu cuerpo... Además, puedo encontrar la misma libertad que al comienzo me entregaba la bicicleta, pero sin límites. Porque en auto no puedes acceder a todas partes, en bicicleta tampoco, pero corriendo puedes llegar adonde quieras.
¿Qué aprendiste de cada deporte que has practicado?
Aprendí que el cuerpo es capaz de hacer cosas increíbles si está motivado y apoyado por la pasión ante lo que haces. Incluso en la vida y en el trabajo normal es muy importante desde el principio optar por lo que para uno es perfecto, porque eso te permitirá vivir y trabajar con pasión, no vivir la vida de otra persona, y siempre hacer las cosas lo mejor que puedas. El cuerpo es solo un instrumento, un instrumento fantástico.
Con más de 40 años, te transformaste en un atleta experimentado y al mismo tiempo competitivo. ¿Cómo ves hoy al trail running?
Hoy existe una gran cantidad de eventos en senderos, muchos cada fin de semana, y esto es bueno porque la gente comienza a volver a la naturaleza y descubre que hay otra manera de disfrutar corriendo, que no está siempre relacionada con hacer buenos tiempos o récords. Para mí, la ultra distancia se convirtió en la mejor manera de permanecer muchas horas del día corriendo solo, siendo autosuficiente, sin usar tecnología, teléfono móvil, twitter ni computador. Para muchos es una especie de renacimiento.
Has corrido en lugares inhóspitos y exóticos. ¿Qué sitio es el que más te gusta?
Los ambientes fríos, como el Ártico, son los que me gustan más. No puedo explicar por qué, es como una naturaleza dormida, todo se detiene como en una cápsula del tiempo, se corre sobre ella y el sonido de tus pasos sobre el hielo es tan fuerte que tienes miedo a despertar a una bestia... Y si eso sucede estarás de verdad en problemas: vientos de 100 km/h y mucho frío. Luego, inmediatamente todo es tan sonoro y vivo que te puede sorprender. Se puede amar y odiar todo esto al mismo tiempo. Es el infierno y el cielo, el lugar donde comienza la verdadera aventura.
¿Has tenido alguna experiencia difícil o peligrosa?
Sí... Ocurrió hace tan solo unas semanas, al cruzar la isla de Baffin, en el Ártico canadiense, con mi amigo Ray Zahab y Jen Segger. Después de un paso de montaña una tormenta ártica nos sorprendió: sensación térmica -63°C, cero visibilidad, viento de 100 km/h, todos los GPS congelados, las lámparas también excepto una, y con una mano con principio de congelación. Estando en esa condición uno se asusta mucho, pero nunca perdí la fe de que encontraríamos el camino. Durante la tormenta pensaba en uno de mis mejores amigos que me seguía por el inReach desde el hospital durante su tratamiento de quimioterapia. En el infierno de la tormenta me sentí muy afortunado de estar allí y experimentar todo ese poder de la naturaleza. Así, el infierno se convirtió en cielo... Es solo un de tema de mentalidad positiva. De esa forma se puede disfrutar cada paso de la vida.
A pesar de tu larga carrera en el trail running, siempre hay retos que cumplir. ¿Cuál es el tuyo?
Despertar y levantarme cada mañana es siempre el primer desafío. Cada día es un reto. Pero hablando de correr, el próximo reto será en el sur de África...
¿Hay algún lugar que te quite el sueño?
Me gusta correr en los desiertos de Utah y Arizona, en Estados Unidos. Los colores son explosivos, y el cielo es tan grande y claro que se necesitan mucho minutos para apreciarlo en toda su majestuosidad.
¿Cómo encaras una Ultra?
Entreno todos los días, en dos sesiones. Pero más allá de eso, lo que hay que tener en cuenta es que estamos diseñados por la naturaleza para correr bien. El hombre es el animal más eficiente para hacer ultrafondo, por lo que cualquier persona que se proponga hacerlo y entrene podrá correr largos de manera fácil. Solo hay que dejar que el cuerpo se adapte, ya que es algo natural. Por el contrario, no es natural permanecer 10 horas sentado en una silla mirando a un computador...
¿Qué tipo de alimentación mantienes antes de las carreras largas?
Mi dieta es muy simple y limpia. Como muchos alimentos con carbohidratos complejos y fibra, como el arroz y las pastas. Trato de evitar o reducir al mínimo la ingesta de gluten, levadura y las proteínas de lentejas y frijoles. A veces, un buen trozo de salmón hecho siguiendo una rica receta...
Hace algunos años comenzaste a hacer expediciones extremas con Ray Zahab para la fundación Impossible2Posssible. ¿Cómo se gestionó?
Siempre miraba a personas como Rehinold Messner, Walter Bonatti y Ambrogio Fogar, grandes exploradores que fueron mis inspiradores cuando yo era un niño. Al comienzo empecé a correr para estar en forma para mis viajes en la montaña. Después empecé a participar en carreras y me encontré con un gran hermano para mí, como es Ray, un explorador activo que compartió sus experiencias conmigo. Así, empezamos a participar en estas expediciones, a compartir los buenos y los malos tiempos siempre con el fin de lograr nuestro objetivo. Nos divertimos mucho, a veces pasándolo mal también, pero nos apoyamos entre nosotros como hermanos reales, sin filtros. Cuando estamos solos en el desierto hablamos y mucho y reímos casi cada minuto. Es la mejor manera de ignorar la fatiga.
¿Qué te aporta participar en ese tipo de desafíos?
Estos desafíos me permiten utilizar cada una de las fibras de mi cuerpo, y que mi mente se mueva a un nivel de resiliencia que en la vida normal no puedo alcanzar. Es como tener dos personalidades: una difícil, "Stefano en expedición", y una zona de confort, "Stefano en casa". Me encanta la primera, es una especie de "segundo amigo". El problema es que para descubrir esta segunda parte de mí, me debo exponer a las peores condiciones, como en la tormenta ártica aquella. No es posible estar todos los idas ahí... desafortunadamente (risas).
Estuviste en dos expediciones en Chile. La primera cuando cruzaste Sudamérica desde el Atlántico hasta el Pacífico (Argentina-Chile) y después participando en el Atacama Crossing, esa vez en bicicleta de montaña. ¿Qué impresión tienes de nuestro país?
Es un gran país con unos tremendos paisajes y muchas zonas remotas donde se puede vivir la aventura. Pero lo más importante son las personas que conocí. Todo el mundo está siempre dispuesto a ayudar, incluso a compartir su casa y comida cuando nos veían llegar desde el desierto. El desierto está hecho por personas que viven en él. Como son buena gente vas a recordar solo la belleza del desierto y nunca la dificultad de cruzarlo.
Ya conociste parte de la Patagonia chilena y nuestro desierto. ¿Hay algún otro lugar de Chile donde quisieras correr?
Creo que la próxima vez será del sur del Chile, en Tierra del Fuego y las montañas. Ese será el siguiente reto en el precioso país que honro llamándolo mi hogar.
Algunas aventuras de Stefano
- Ha completado varios IronMan en Europa y Estados Unidos.
- Segundo lugar en Nepal, en los 250K de Racing The Planet (2011).
- Segundo lugar en el Grand a Grand Ultra, 270K entre el Cañón de Utah y Arizona (2012).
- Primer lugar en la Yukon Artic Ultra, 100M en el helado invierno del norte de Canadá (2013). Esta es considerada la competencia más fría del mundo.
- Primer lugar en China, en los 250K del Desierto de Gobi, por el Racing the Planet (2013).
- Junto con Ray Zahab y otros compañeros, en abril de 2014, completó un desafío en el hielo del Ártico canadiense, en la isla de Baffin. En 47 horas recorrieron 150K incluyendo el paso por un glaciar, y tirando de un trineo que pesa 40 kg, con -51°C de sensación térmica en promedio.
-En enero de 2015, también con Ray Zahab, cruzó Sudamérica desde el Atlántico hasta el Pacífico. Fueron 1.000K en 20 días (promedio de 50K diarios), cruzando la Cordillera de Los Andes.
- Ha participado en otras expediciones en diversos lugares inhóspitos del mundo. Estas aventuras son seguidas desde muchos puntos del planeta a través de redes sociales, generando millonarias visitas. Eso le ha valido que sus aventuras hayan sido destacadas por importantes presentadores de TV, como Jay Leno y David Letterman.